Abrumadas por los quehaceres diarios que demandan nuestros oficios (cabros chicos a full, ambas ligadas laboralmente a los educandos... somos profes), nos disponíamos con la Tuka, también conocida en el ambiente farandulero como "Maru", Julio y yo, (psicólogo infantojuvenil) a tener una merecida jornada de "aquellas", un weekend a lo "broche de oro"...a lo "guinda de la torta", presagiando por supuesto unas güenas fiestas patrias y posterior celebración de cumpleaños (con envío de flores a la pega como he venido soñando despierta desde hace mucho). Lamentablemente el destino nos tenía preparada una cruda realidad...una revalación divina se depositó frente a nuestras narices, y es que ya..."no nos cocemos al primer hervorrrr".
Antes de decidirnos por un lugar con la Tuka nos acicalamos vistiendo nuestras mejores prendas, era la momento ideal para que mi amiga y conviviente (que no es lo mismo que compañera ah! aclaro) estrenara sus recién adquiridos y "enchulados jeanssss" que la tuvieron un buen par de minutos enebrando una aguja ( ya se está medio piti a estas alturas de la veintena já) y en hacer la basta provisoria que después termina siendo la definitiva.
La Tuka y yo nos topabamos en el baño mientras una decía que la blusa le hacía ver uno que otro tractorero (nombre asignado por la cultura di campo al rollito previo a la pretina de cualquier pantalón), la otra le recomendaba usar algo encima para ocultar esos desperfectos clásicos de la chilena promedio.
Se descartaron las zapatillas siempre "cachual" y juveniles porque no queríamos que nos pidieran carnet en ninguna disco (ya...) y optamos por las botas que medio la estilizan a una...
A estas alturas el "team" completo de Mekano sería una mínima basura al lado nuestro, mi amiga ya se había desprendido de sus "pantys", siendo éste el gran salto a la certeza extrema de una noche de dancing descontrolado...si hasta anduvo silbando unas cumbias previo a la salida.
Ya en el auto, un paciente Julio al volante (derrotado por los 6-2 del baby y la tardanza de estas dos féminas) volvimos a la pregunta del millón;
- ¿Pa 'onde vamos?????
La Tuka desde el siento de atrás decía;- "No sé a mí me dá lo mísmo"... ¡chanfles! frente a ese nivel de opinión surgía la pregunta número 2;
- ¿Qué queremos?... ¿Bailar o conversar?
Con la Tuka recientemente soltera no estabamos en condiciones de conversar, el dancing nos permitía encandilar en los proscenios artísticos con nuestro shós...
-¡¡ vamos a bailar!!!, nos decidimos por ir al "Club de los '80" una fiesta en el club de polo que en la boca de la Tuka sonaron muy, pero muy "prometedoras". Con Julio nos pareció una muy buena opción, ninguno se declara experto en las nuevas tendencias dancísticas con perreo y movimientos varios, así que recurrimos a los clásicos, asistidospor el popular dicho criollo que dice; más vale diaulo conocío... y partimos al encuentro de Rick Astley, Toto, Madonna y Cindy.
No teníamos ni la más remota idea donde quedaba asi que con celular en mano llamamos al 007, que suena a algo así como la Salvación en carne propia... y ahí una dama muy amorosa, dige como diría mi abuela,nos dió la dirección.
Al llegar al lugar nos pareció que habían bastantes autos...buen augurio pensamos...pero al descender del nuestro y al entrar al local nos encontramos con el...¡¡¡Club de los divorciados!!! una especie de viejos lolos y viejas recauchadas esperando su segunda o hasta cuarta oportunidad en la vida... media vuelta y emprendimos el retiro, a esas alturas las expectativas habían disminuido y comenzamos a percibir el olor a "ochenteros" una especie de caca y sudor de caballo...claro estábamos en el Club de polo pero como llegamos "entero prendíos" no lo notamos...
-¿Ya se van??, nos dijo el señor que estacionaba vehículos.
-Si-, le respondió un escueto Julio.
-Esto es a beneficencia... no se vayan- continúo el señor de los autos y con su linterna iluminó un afiche que estaba por ahí... Nos miramos los tres, ¡qué nos perdone la señora con cáncer al endometrio! y nos fuimos de ahí...
Decididos a insistir con el 007, preguntamos por una discoteque cercana, lísto! la voz amorosa y muy excitante para Julio, le dió la dirección, dimos en el clavo pensamos... bendito 007... llegamos...
En el estacionamiento de la discoteque estaba llenos de vehículos
-Ésta si que es fiesta, dijo Julio.
Entramos... aún cuando nos dijeron que si nos retirabamos debíamos volver a pagar la entrada;
- Entremos que duda cabe que está todo pasando, les dije a mis partners.
Y una vez dentro d ela discoteque no había nadie... nadie... nadie... los pastitos secos cuál desierto volaban, los grillos cantaban y salvo el barman no había más vida humana en ese lugar.
Julio, haciéndose el ganchero le dijo al barman...
- Compadre porqué tanta gente afuera y acá nadie
- Lo siento lolito...ejem... pero esta es fiesta de quinceañeros y empieza a las 12:30 mas o menos y por si no se han dado cuenta son las 10:00 Hrs.
Ma imaginé a Gómez -Pablos recién despidiendo el noticiero, a los niños recién bañándose para irse a acostar, a la abuela más abuela conversando animadamente con la vecina antes de rendirse en los brazos de Morfeo y nosotros prendíos como pasto seco...
- Vámonos dijo una avergonzada Tuka...
Salimos del lugar no sabiendo si la verguenza fué más grande al ingresar a la disco o al salir cuando ni siquiera los verdaderamente jóvenes habían decidido entrar.
Nuevamente llamamos a la chica cálida del 007, que a estas alturas Julio lo único que quería era invitarla a carretear... pero le hicimos ver la realidad de que esa no era presisamente su arma más efectiva. Desistió. Le contó animadamente y luego avergonzadamente nuestra aventura como si fueran íntimos de toda la vida, en eso su rostro se iluminó.
-O.K., gracias -dijo Julio.
_¿qué le preguntaste a la súper 007?
Dónde había un carrete mejor... entre risas dijo Julio
Y, ¿ que te dijo?...inocentes nosotras creímos que la chica 007 tenía la salvación a nuestra triste episodio.
_En la Fundación Las Rosas... nos respondió.
Vámonos pa' la casa mejor.
