DESMENTIDO A LA TEORÍA MINA PRO... profundo análisis de supuestas exigencias.

Por estos días me encontré en el messenger con mi primo Cristian a quien conocí en plena adolescencia y revolución hormonal como un chico bastante interesante y atractivo, y claro, antes de que pudiera mirarlo con cara de cordero degollado (ustedes saben a que me refiero...) me cae el balde de agua fría; -"Cota, ustedes son primos"... en fin hasta ahí no más me llegó el romance dieciochero, (porque así como existen los amores de verano, sepan que tambien existen los amores de fondas, tan efusivos como los anteriores pero menos valorados, seguramente por el estado etílico que se acostumbra a exhibir por esas fechas.) Luego de saludarnos y preguntar como corresponde; por la salud, el trabajo y el amor por esos días... el se declara corroborando con mis vivencias o tragicómicas anécdotas para varios, su "Teoría de la mina pro"... al principio pensé que se trataba de un tratado del "Club de Tobby", pero atónita descubrí que se trataba del estudio profundo que mi primo estuvo haciendo de mi estado civil y el de unas cuantas colegas de trabajo...
-"Es que las minas pro son inacapaces de mirar para abajo" y continuó;
_"Mi negra no hay que ser tan exigente"... y ahí...¡ se me paró la pluma! y empecé a deslizar mis dedos sobre el teclado escribiéndole que no se trataba de exigir... se trataba de que no tengo de donde escoger, no tengo "ni por donde regodiarme" insistí. Pero esas insidiosas letrillas me dejaron pensando el resto de la tarde, de ahí en adelante empecé a meditar, con el pulgar y el índice me frotaba el mentón y una vez más se elevó mi ceja derecha, como todas las veces en que adopto una actitud "cachual" para la reflexión. Debo admitir que conozco una afortunada chica por ahí, (la verdad es que pese a que Fran es una de mis mejores amigas, me confieso... muriendo de la envidia con su relato vía blogger) que tal como "Rapunzel", fué rescatada, no por uno si no que por tres príncipes, y todos en edad de merecer, el domingo aquel que se quedó encerrada en su propio dormitorio ya que su puerta se cerró de golpe tras una insólita pero providencial ráfaga de viento... que a la fecha de para una canción sound como principal single en cualquier disco de tan aplaudida banda..."Ráfaga de amor", y es que las cervezas de los rescatistas para celebrar la hazaña y el pié de limón de mi amiga luego, para agradecer la heróica acción y la posterior y lógica amistad, son situaciones que ocurren una en un millón, en año biciesto, o una vez cada cien años, como el cometa.
Si mi primo supiera la carta de colores que tengo en mis manos sabría que ni rojo Carmín, ni amarillo limón, me combinan a mí que soy una azul de Prusia, me explico; el cuento de estar sola no es por exigencia, ni por ser profesional esperando un Magister o un Licenciado, es porque no voy a transar estar mal acompañada que sola... y en eso creo que me siguen varias, por otra parte si Cristian supiera que mi corazón se cuestiona la posibilidad de compañía en noches de insomnio entre los varones amiguis que me rodean, y que no se queda ni con Mrs. Gel ya que de por medio existen 37 Kms. a la caminata del Santuario de Los Andes de por vida, citas inciertas, inquietudes vocacionales...etc. ni con Mrs. Seroquel, quien es sólo mi compañero de arriendo, y hoy por hoy su sonrisa se debe a fármacos, y su somnoliencia pese a mi gran paciencia me está colapsando, ni con Mrs. Antú por su homosexualidad declarada, ni Mrs. Sexo casual, presisamente por eso, ni Mrs. Rodeo porque quería casarse hasta que se casó... y ni hablar de Mrs. Galán, aclaro que entre los mencionados los hay profesionales y no, y ya ven que el cartoncito ese es lo de menos. Concluyo que no existen tales exigencias de "Mina Pro", salvo las de cualquier "mina" asi que doy pié a mi propia determinación, con permiso de mi primo, mi propio acabado de reflexión; la "Teoría de los temerosos a las pro" o ¿no?.