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19 de marzo de 2007

ANIMALPLANET ME INVADE EN FIN DE SEMANA... y cual fábula rescato la moraleja

Las películas en el HBO o Cinecanal me dejan siempre con la misma sensación de ¡Puta la weá! no falta la mina que rechaza al mino ideal y es que creo que aunque no se esté en los zapatos de Bridget Jones, mi heroína más citada, la historia que me contaron es bastante parecida. Como me deprimen estas historias porque en definitiva no pasan en la vida real, opto por ver el ANIMAL PLANET y ahora entenderán los resultados que produjo.
¿Cómo pretende la madre naturaleza que una sepa cuál es el ideal o no? ¿En cuál suelo puedo procrear? ¿Si es árido o lluvioso?, sólo el tiempo en ese lugar me puede dar las tan ansiadas respuestas. Nuevamente la Marce está con nudos en la garganta y a causa de su confuso corazón, ha deambulado por distintas selvas y todavía no encuentra la avecilla que espera. Esta vez la atormenta el recuerdo de lo que debió ser y lo que nunca debió ocurrir. Ricardo era ideal desde los tiempos de universidad, siempre fueron amigos y lo pasaban bien juntos hasta el día que ella lo sorprendió con una de sus compañeras de pensión. Mal muy mal, ella perdió la confianza. Y cuál piraña apareció Esteban... quien le gustaba pero era bastante promiscuo y poco serio para su sanidad mental. Dejó de frecuentarlos a ambos porque había sido presa fácil de estos depredadores... muy amigos entre ellos por cierto. En la selva amazónica los depredadores suelen atacar de noche y cuando la presa ha consiliado el sueño... así de simple el macho monta a la hembra. Se entiende ¿no?... aún cuando se cambió a la selva tropical y pese a los años que pasaron... ambos volvieron a atacar.
Nunca se debe confiar en las fieras independiente cuál sea su tipo de selva. Sólo presta oídos a quien no esté afilando los dientes para hincartelos.
Ahora que descubrió que le gustaba ser frecuentada por el fugaz colibrí y que incluso en la distancia lo ha llegado a extrañar... la pantera la acusa de díscola ya que cuando se encontraron ambos ella quizo saber que era lo que en realidad sentía por el y se dejó morder y descubrió que esa masoquista forma de relacionarse con ambos sólo le dejó comprender algo... el daño más grande no era perder una de sus alas... el dolor era porque perdía a colibrí. ¡Cómo iba a saber que efectivamente con el era felíz! Pobre Marcela después de todo... aprendiste la lección. No se debe andar sola en la noche por la selva, no se debe pretender a una especie tan distinta a tu naturaleza. ¡Fuerza amiga! por lo pronto entérate que piensa de todo esto tu colibrí.
Ya ven como mucha televisión satelital me hace mal... podría estar odiando a un picaflor que en realidad es mi colibrí. En la sabana africana esto no es muy distinto...las especies no cambian por el lugar geográfico sino por quien tienen al frente para cortejar o para matar. Recuerda Marcela, la pantera no es un gatito...es una fiera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cotita...
Recién ahora vengo a cachar la historia poh! Perdona pero es que ando en otro planeta estos días...
Muchos cambios!
Pancha